miércoles, 24 de marzo de 2010

Hasta hoy.

Lo recuerdo perfectamente, puedo sentirlo todavía: el olor a césped recién cortado, el tímido calor de primavera acariciando mis brazos descubiertos, la felicidad burbujeando en mis venas... Eras tú, tú, el principal motivo de esa felicidad, una felicidad pura y serena, felicidad, felicidad de la buena


Pero ese día sucedió algo, algo difícil de recordar. Creía conocerte ¿tú me conocías a mí? faltaba poco tiempo para cumplir cinco años desde el día en el que empezamos a salir juntos. Ese día, ese mismo día, estaba sentada en el sofá blanco de la cocina, ése que nos regaló tu madre cuando decidimos vivir juntos, allí estaba yo cuando entraste dentro de la habitación con mi móvil en la mano. Yo levanté la vista del periódico y te lancé una sonrisa dulce, enamorada. Mi sonrisa no fue correspondida. Tenías muy mala cara, si no recuerdo mal incluso sentí cierto miedo al verla... ¿Qué había ocurrido? Me atravesaste con la mirada, absorbiendome mi preciada felicidad y segundos después de vaciarme del todo, hablaste, con tanto desprecio, con tanto enfado, que me dolió, de verdad que me dolió.

-¿Quién es ese tal "Enrique"?
Pensé durante unos instantes... ¿Enrique? ¿sería mi primo? no, tú le conocías... ¿Enrique nuestro vecino? no, no tenía sentido... Esos momentos de duda te hicieron perder los papeles, creyendo algo que no era.
-¡QUE ME RESPONDAS YA!
-No sé que Enrique es, cariño... Tranquilízate... Pero ¿qué te pasa?
-¡Sí que lo sabes, furcia!
¿Furcia? Las lágrimas empezaron a resbalar por mi rostro... ¿Qué me había llamado el hombre al que yo tanto quería?
-Pe...pero que no sé, que no me acuerdo...
-¿ENCIMA TE PONES A LLORAR? ¿QUE QUIERES? ¿HACERME QUEDAR COMO UN IMBÉCIL?
...¡ZAS! Me escocía la mejilla, así que instintivamente me llevé ambas manos para comprobar si seguía ahí, si no se había desvanecido. ¿Que había sucedido? Lo comprendí al verte con la mano levantada, tu mirada de odio clavándose en mis adentros... Oh, no... tú no, por favor dime que no ha sido verdad...
-¿Qué he hecho?
Farfullaste algo parecido pero yo no te respondí. Me dolía tanto... y no precisamente la mejilla.
Pasaron fugazmente por mi cabeza algunos momentos clavándose en mi interior como agujas del pasado: tú y yo en el zoo hace tres años, juntos dábamos cacahuetes a los elefantes comentando cuánto les gustaría ser libres; tú y yo en la playa el verano pasado, te quedaste dormido y despertaste rojo como un cangrejo... creí que te habías enfadado pero sólo fingías para tirarme al agua contigo; tú y yo la primera navidad que pasamos juntos, en casa de tu madre, tiré accidentalmente la sopa en tu pantalón y fingiste que no quemaba para que yo no quedara mal delante de tus padres... Siempre tan atento, siempre tan detallista, siempre tan...único.
Hasta hoy.

viernes, 19 de marzo de 2010

Como pica recordarte.


Ella.
Ella que creía tenerlo todo, a todos.
Ella que parecía ser tan dura, la que en realidad era tan sensible.
Ella que tantas veces se creyó las mentiras de sus personas.
Ella a la que tanto daño hicieron dos palabras vacías de significado.
Ella que estaba tan convencida de que todos tenían un fondo bueno.
Ella que se equivocaba como tantas otras veces.
Ella que tiene una sonrisa melancólica permanente.
Ella que sufre.
Ella que es ingenua.
Ella que... es ella... y su mayor pecado, es serlo.

sábado, 13 de marzo de 2010

Sólo tú.


Todos nuestros recuerdos los guardo en una botella de cristal.
Los guardo precisamente aquí para poder verlos desde fuera sin tener que abrirla, corriendo el riesgo de que se salgan y se pierdan para siempre.
Y ahora que todo ha terminado, ahora que no podré añadir más recuerdos a esta simple botella, no puedo evitar colmar su contenido con una lágrima de profundo dolor.
El dolor que me supone haber perdido el sabor de tus labios, la musicalidad de tus te quieros y el aroma de tu felicidad enamorada.
Y es que has acampado en mi corazón y la policía no puede echarte ni a la fuerza. Porque eres el oxígeno que corre por mis venas, eres la chispa de vida que habita en mí y si se apaga su luz, me apago entera.

Ojalá pudiera tatuarte en la memoria que te quiero, que te querré para siempre jamás y mucho más de lo que tu imaginación pueda darte a entender, porque todavía no se han inventado palabras para lo que yo siento.

jueves, 11 de marzo de 2010

Etiquetas


...Y llegó la temida pregunta.
Con una sonrisa gustosa, los ojos entornados llenos de felicidad, con el pelo despeinado cariñosamente y las orejas rojitas de amor.
-¿Quieres ser mi novia?

Oh no. Qué dolor... Esta es la parte más difícil, la que siempre se repite, la que no cambiará.

-¿Por qué poner nombre a esto? ¿Por qué etiquetar nuestros sentimientos? Sabes lo que siento por ti y yo creo saber lo que sientes tú por mí. No me iré con otro chico y si tú decides hacerlo sabes que me destrozarías. Te quiero, de verdad.

A continuación vendría el final, tenía demasiada experiencia ya.
Pero me equivoqué, él me tomó la cara con sus manos suaves y me sonrío.

-Me encanta que me sorpredas siempre... me encantas.

Y me besó, sin etiquetas.

martes, 2 de marzo de 2010

He nacido para estar sola.

Las hipócritas voces de mis familiares y supuestos amigos me agujerean la cabeza, cubriendo los huecos de falsas esperanzas, falsas promesas, mentiras y más mentiras.
No quiero estar con nadie así, ya tengo demasiado con ser quién soy, como para tener que aguantar más irritaciones pululando alrededor mío.

Igual por eso siempre he temido la soledad, porque mi subconsciente sabe que es mi destino.

lunes, 1 de marzo de 2010

Creí que había quedado claro desde un principio que ser mi amiga, no es fácil.


Será porque soy una persona difícil.
Será porque, aunque no lo parezca, soy hipersensible.
Será porque no creo en el amor ni en la amistad.
Será porque me han defraudado demasiadas veces.
Será porque no pertenezco a mi época.
Será porque soy un error.
Será porque no encajo en ningún sitio.
Será porque no aguanto más la falsedad de las palabras amigo y querer.
Será porque nunca he querido.
Será porque nunca he tenido un amigo de verdad.
Será porque a pesar de estar rodeada de gente, me siento demasiado sola.
Será porque no soy guapa ni por dentro ni por fuera.
Será porque cada vez que me miro en el espejo, me entran náuseas.
Será porque se me olvida hasta mi nombre.
Será porque soy demasiado vividora.
Será porque no merezco a la gente.
Será porque soy un bicho raro.
Será porque vivo en otro mundo.
Será porque no tengo fuerza ni talento.
Será porque soy como un libro cerrado.
Será porque me gustan cosas atípicas.
Será porque colecciono nombres de calles.
Será porque estoy continuamente pensando en cosas no reales.
Será porque sueño despieta demasiado.
Será porque mis sueños no se cumplen.

Por todo será que nadie me conoce, porque mis amigos no me escuchan, porque los que lo hacen, no duran más de dos minutos.