lunes, 7 de febrero de 2011

La chispa de la vida.

Todos venimos a este mundo por una razón, algunos vienen para salvarlo, como Jesucristo; otros vienen a dejarnos un enorme legado, como Mozart; otros a deleitarnos con su voz, como Frank Sinatra o Freddie Mercury; otros a revolucionar la música, como The Beatles; otros a intentar destruir a los diferentes, como Hitler; otros a matar, como Osama Bin Laden; otros a enriquecerse a costa de los demás, como Belén Esteban, otros a vivir por los demás desde el anonimato, como mi abuelo. Pero todos, absolutamente todos, venimos a morir y lo única forma de permanecer vivo después de la muerte es esforzándose al máximo durante la vida para que tus recuerdos vivan por ti cuando tu cuerpo ya no puede.
Sigues vivo en mí, lo sé, lo sé porque te siento cogerme de la mano cuando me siento sola, siento como toco su aspereza, siento tus abrazos cuando lloro y siento tus besos de consuelo en mi cabeza.
Nunca, nunca, nunca, vas a morir mientras yo respire en esta tierra.

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Proyectil de margarita