miércoles, 9 de febrero de 2011

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción.

Caminante, son tus huellas el camino y nada más.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar, se hace camino y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

La vida como camino. Camino en el que las huellas son las obras por las que se recuerda a los que ya no están. Camino en el que no hay nada escrito, cada uno escribe su sino, cada uno crea su propio camino. Camino que no permitirá el retroceso, no permitirá que nadie se gire y de la vuelta para desandar el camino y buscar uno nuevo, se podrá elegir el futuro, se podrá reconducirlo, pero nunca deshacerlo. Camino que no existe, no existe ya que cuando deseas darte cuenta, estás en el final, habiendo disfrutado, habiendo sufrido, se llega al final de la misma forma que las estelas en el mar desaparecen tras alejarse el barco de ellas.

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Proyectil de margarita